Venga, vamos a reconocer que la cocina no es lo tuyo. ¡Vaya!, que no te gusta pasar el tiempo entre fogones. Y claro tu pareja te recuerda constantemente lo bien que cocina su madre. Pues se acabó. Te presentamos tres recetas fáciles de preparar con las que podrás plantar seria cara a tu suegra.
Además para que puedas planear todo un menú te presentamos un entrante, un primer plato y un plato principal. El postre lo dejamos para otro día, por que seguro que «alguien» ha traído una tarta.
Y si no tienes suegra, seguro que también te sirven para quedar muy bien en tus comidas con amigos. Son realmente recetas fáciles al alcance de los cocineros más nóveles. Incluso para aquellos que no saben por que lado se agarra un trapo de cocina.
Recetas fáciles – Un entrante
De entrante te proponemos una ensalada de asadillo de pimientos con bonito del norte. Un plato de lo mas sencillo, pero que a la vez es muy completo, nutritivo y por supuesto sabroso. Y a poco que te esmeres en presentarlo, tiene una presencia espectacular.
- 1/2 bote de Asadillo de pimientos 460 gr de Conservas Castro
- 1 lata de 115 gr de Bonito del Norte Laminado en Aceite de Oliva de Angelachu
Asadillo de pimientos 460 gr
Asadillo de pimientos tarro de 460 gr de Conservas Castro. Solo pimiento asado condimentado. Tarro de 470 ml. Peso Neto: 460 gr.
Bonito del norte laminado en aceite de oliva – lata 115 gr
Aperitivo, pincho, ingrediente para ensalada… Sin duda, es la estrella de las conservas para cualquier ocasión. Su producción es limitada, en temporada, por lo que su consumo es aún más preciado. Elaboramos esta gama de productos sólo con las mejores materias primas, es decir, capturas de la flota cántabra realizadas en temporada (costera).
La preparación es super sencilla. Se abre el tarro de asadillo y se extrae la mitad de su contenido procurando escurrir el aceite del bote. Se extiende el asadillo en una capa sobre el fondo del plato. Se abre a lata de bonito del norte y se escurre el aceite. Se extraen las laminas de bonito del norte, con cuidado para no romperlas, y se colocan encima del asadillo.
Y ya está. Acabas de cocinar un plato fabuloso. Si te preguntan di que los pimientos los has asado tu. Incluso llegado el caso, miente y di que los pimientos los cultivas en tu huerto de la terraza y que el bonito lo pescaste el verano pasado en Donostia.
Que lo quieres decorar, pues usa unas ramas de perejil (o algo verde), huevo cocido, … Que quieres elevar tu receta a la categoría de plato gourmet, usa ventresca de bonito en lugar del bonito laminado.
Ventresca de bonito del norte en aceite de oliva – panedereta 180 gr
Se trata de una pieza con forma triangular, que está situada en la parte inferior del pez, en la zona próxima a la cabeza. Su nombre, ventresca, alude a la parte del bonito donde está situada, la zona del vientre del bonito.
Recetas fáciles – Un primer plato
Has triunfado con el entrante, pero tu suegra no se ha creído lo de que asaste los pimientos y deja caer que con este tiempo apetece algo calentito y consistente. ¡Ajá! Lo teníamos previsto. De primer plato vamos a poner unas legu-verduras. Para que tu suegra sepa que tu pareja no solo come rico, sino que además come muy sano.
- 1 bote de Judías Verdes frasco de 1 Kg de El Navarrico
- 1 bote de Albuia blanca frasco 1 Kg de El Navarrico
- 3 dientes de ajo
- Aceite de oliva virgen extra
Judías verdes frasco 1 kg
Judías verdes extra cortadas y cocidas al natural de El Navarrico. Frasco de vidrio de 1 Kg. Peso Neto: 660 gr. Peso Escurrido: 360 gr
Alubia blanca frasco 1 kg
Alubia blanca extra cocida al natural de El Navarrico. Frasco de vidrio de 1 Kg. Peso Neto: 660 gr. Peso Escurrido: 425 gr
Este plato requiere que tengas una cazuela, un escurridor y que uses los fogones, pero es muy sencillo. También vas a usar un cuchillo, así que no te cortes y manos a la obra.
Pela y corta los dientes de ajo en láminas. En la cazuela vierte un chorro de aceite de oliva y ponlo a fuego medio. Pon las láminas de ajo a dorar. De vez en cuando dale la vuelta a una y cuando la veas dorada voltea todas para que se doren por ambas partes.
Cuando los ajos estén dorados, abre el bote de alubias. Ya vienen cocidas, solo tienes que escurrir el caldo sobrante, usando un escurridor. No se va a ir todo el caldo, solo el exceso. Una vez escurrido, a la cazuela.
Lava con agua el escurridor, abre el bote de judías verdes y viértelo también sobre el escurridor. Lava un poco con agua las judías verdes. A la cazuela.
Deja unos minutos que las alubias y las judías verdes se calienten en la cazuela. Ya vienen cocidas, por lo que solo se trata de calentarlas, no de cocinarlas. Remueve despacio de cuando en cuando y sobre todo procura que se mezclen bien judías verdes y alubias.
Si te preguntan que si también cultivas tu las judías en el huerto, diles que no, que es un cultivo de regadío … a menos que te también quieras colar que tienes un huerto hidropónico.
Recetas fáciles – Un plato principal
Ya te has ganado el respeto de tu suegra, pero tenemos una sorpresa final. Vamos a preparar un asado, para que vean tu maestría en todos los terrenos: Pato confitado al horno.
- 2 latas de 2 unidades de Muslos de Pato confitado de Almizate
- Opcional: 2 latas de Corazones de Alcachofa 8/10 unidades de La Orquidea
Muslos de pato confitadas 2 u.
Muslos de pato confitadas de Almizate. Muslo con antemuslo y con piel.
Corazones de alcachofas 8/10 unidades
Corazones de alcachofas al natural de Conservas La Orquíidea de Gomariz. Calibre 8/10 unidades por lata. Lata de 500 gr / 425 ml.
Enciende el horno a temperatura media. El horno tiene que estar ya caliente cuando metas la bandeja, pero mientras tanto puedes ir preparando el pato.
Abrimos las dos latas con los muslos de pato. Extraemos los muslos con cuidado de no romperlos. La lata está llena de la grasa de los patos. Con una cuchara vete limpiando el sobrante. No hace falta que los limpies escrupulosamente, puede quedar una fina capa pegada a la piel. Coloca todos los muslos en la bandeja del horno. Separados. Añade dos o tres cucharadas de la grasa del bote en la bandeja, pero no sobre los muslos.
Llevamos la bandeja al horno. Una vez mas los muslos ya vienen cocinados y se trata simplemente de calentarlos. Con cinco minutos en el horno será suficiente. Cada poco debes abrir la puerta y con una cuchara coger la grasa del pato, que se habrá derretido, y verterla sobre los muslos para que no queden secos.
Al presentarlos escurre toda la grasa. Si te has pasado y has preparado un pequeño charco en la bandeja, pon un par de papeles de cocina en un plato y pon los muslos en el papel para que absorba la grasa.
Si ves al muslo triste y solitario en el plato, puedes poner una guarnición de alcachofas. No las pongas frias. O las calientas un poco en el microondas, o mejor aún las pasas por una sartén con muy poco aceite (a modo de plancha). Con cuatro alcachofas por plato será suficiente.
En realidad un muslo completo por persona es una ración muy grande, después de un entrante y un primero consistente. Pero de cara a presentarlo, habría que servir el muslo completo como ración. Si no sois de mucho comer con un muslo para cada dos personas es suficiente. Aún así presenta en la mesa los muslos enteros y luego trínchalos para servirlos.
Después de este suculento asado, tu suegra te pedirá seguro el libro de cocina … y ahí tienes un momento complicado. Aunque nosotros estaremos encantados de que tu suegra se haga fan también de esta página y de los productos de nuestra tienda. Y que tu a partir de ahora te animes a pasar algo mas de tiempo en los fogones para luego disfrutar del resultado en la mesa.
A todas las suegras
Me van a tener que perdonar ustedes las licencias que me he tomado con la sagrada institución de la Santa Suegra. El objetivo no es otro que animar cada vez a más gente a comer mejor. Especialmente a aquellos que sienten mas reparo a ponerse el mandil y agarrar unas cacerolas. Y las voy a pedir un favor: que si su yerno o nuera resulta ser un vago de los fogones, pues que les remitan a este artículo para ver si hacemos de ellos unos cocinillas de buen provecho.